Cuando el protagonista de BioShock Infinite, Booker DeWitt, llega a la ciudad flotante de Columbia, las autoridades locales se movilizan para reconstruir las descripciones del tan temido "Falso Profeta". ¿El desafío? Años de avivar la paranoia xenófoba han dejado a los testigos demasiado nublados por el prejuicio como para proporcionar relatos coherentes.
Las transmisiones policiales describen a Booker alternativamente como un enano mestizo o un francés tuerto de menos de cinco pies de altura. Cuando DeWitt se encuentra con un dibujante compilando un retrato del sospechoso, el intercambio escuchado raya en la sátira:
"Hazlo más alto... más delgado. Ojos más separados. No, más entrecerrados. El cabello era... ¿rojizo y rizado? Definitivamente de aspecto irlandés. Y anótalo como anarquista; siempre se puede reconocer a su tipo."
Este brillante detalle de Irrational Games expone sutilmente cómo las sociedades se desmoronan mediante sus propias ideologías rígidas. El recuerdo resurgió durante la reciente presentación de Xbox destacando el mundo steampunk de RPG de Clockwork Revolution.

Si bien se hacen inevitables comparaciones con BioShock Infinite por su mecánica temporal y ambientación de la era industrial, el juego de InXile explora las tensiones sociales a través de una lente diferente. Aquí, los jugadores manipulan el tiempo mismo - reconstruyendo muros derruidos para cubrirse en medio de un tiroteo - contra un telón de fondo de severa división de clases.
El familiar tropo de la descripción del sospechoso reaparece cuando un aristócrata se enfurece en la jefatura de policía: "Alto... complexión delgada. ¡No, musculoso! ¡Reflejos de rayo! ¡Y ese bigote - hazlo más grandioso!" Pero el propósito cambia por completo. En lugar de burlarse del prejuicio, este momento resalta la creación de personajes flexible de Clockwork Revolution.
Esto no es simplemente un shooter, sino un RPG occidental completo que lleva el ADN característico de InXile - desde elegir trasfondos como Engranajistas callejeros hasta Guardianes de Libros eruditos, hasta atributos que afectan la resistencia química o la delicadeza conversacional. Tus decisiones de salto temporal remodelan permanentemente el futuro de la ciudad, recompensando a los jugadores interesados en narrativas reactivas.
El tono exagerado en realidad fortalece los sistemas de RPG al legitimar elecciones no convencionales más allá de los clichés del género.
A pesar de las similitudes superficiales, Clockwork Revolution comparte más ADN con The Outer Worlds 2 que con el trabajo de Ken Levine. Ambos abrazan narrativas reactivas donde los trasfondos del jugador influyen drásticamente en los resultados - ya sea como criminales convertidos en alguaciles del cielo o estafadores que aprovechan una notoriedad accidental.
También comparten una estética vibrante que recuerda a producciones teatrales - piensa en trajes elaborados y colores saturados que evocan el estilo visual de Jon M. Chu. Esta teatralidad crea espacio para momentos gloriosamente ridículos, como esquivar muñecas mecánicas chillonas mientras se registran tiendas.
El sistema de Defectos de The Outer Worlds 2 ejemplifica perfectamente este enfoque:
- "Malas Rodillas" otorga movilidad a costa de crujidos articulares audibles que alertan a los enemigos
- "Cleptomanía" arriesga robos automáticos durante las compras
- Seleccionar el rasgo "Tonto" desbloquea soluciones brillantemente estúpidas (como arreglar computadoras con embutidos)

Clockwork Revolution refleja este espíritu al mostrar opciones de diálogo que conducen a la pobre muerte asistida por candelabro de Errol. "¡Cerebros!" reflexiona su asesino. "No lo habría creído de otra manera." Estos momentos deliciosamente inesperados siguen siendo raros en los RPG sobrecargados de elecciones formuláicas.
Es importante destacar que tales extremos tonales siguen siendo opcionales - nadie obliga a los jugadores a blandir la espada de baile Spectrum basada en ritmo de The Outer Worlds 2. Este enfoque modular permite a los jugadores calibrar su experiencia preferida.
Por mi parte, no puedo esperar para crear el pícaro cockney más dudoso de Clockwork Revolution - especialmente cuando invertir puntos de carisma levanta las sospechas de un policía: "¿Por qué tan encantador? ¿Una situación de ex amante quizás?" Esta absurdidad deliberada mantiene al género de los RPG deliciosamente impredecible.